Putadas más grandes han habido

No sabes lo que daría por ser una gota de agua que recorre tu espalda hasta un final comprometedor,
por ser los brazos que te arropan cuando sientes frío o estás indefenso,
por ser la canción con la que lloras en silencio,
por ser la taza que usas todas las mañanas para poder rozar tus labios,
por ser con la que te pierdes entre las sábanas o en cualquier otro lugar,
por ser la pasión que recorre tu cuerpo,
por ser el amor que no eres capaz de sacar de paseo,
por ser todas las caricias que tanto guardas por miedo,
por ser tu paracaídas cuando sientes que caes el vacío.
Algunos lo llamaran obsesión, yo lo llamo "querer que vuelvas",
lo llamo echarte de menos a rabiar.
Y aquí me tienes,
escribiendo en una calle triste de Móstoles,
una calle que ha soportado mis lágrimas o la alegría después de cada vez que nos veíamos,
la calle del bus a casa,
pero da igual el donde,
yo solo te escribo porque es la única forma de sentirte cerca.
Pero tranquilo,
no lloro
porque mis ojos se quedaron secos desde la despedida.
Lo siento,
no quiero que te sientas mal,
pero me quede con las ganas de amarte,
de susurrarte al oído el futuro,
de mirarte en silencio,
de beber cerveza planeando cumplir nuestros sueños,
sacando al mundo de la miseria y la corrupción,
ideando un mundo con más amor y menos odio,
Ese, ese fue tu problema,
perdiste el tiempo odiando al puto pasado y menos amando al presente.
Lo nuestro o lo mio,
cómo lo quieras llamar,
se quedó en un sueño sin cumplir,
por desgracia.
Ya no estás y estoy feliz
aunque es inevitable echarte de menos,
pensar en esa tarde en Madrid,
pensar que el hilo que nos unía se rompió.
Pero para aquellos que sufren por amor,
deciros que:
                 putadas más grandes han habido.