Sin título

Hay una voz dentro de mi que me avisa de que puedo volver a sufrir, pero no la hago mucho caso.

Después de siete meses pasados por agua, ahogarme en la desesperación, desaparecer en la oscuridad, sale un rayo de sol, tú. Hacía tiempo que no me sentía feliz de esa forma, que nadie me hacía sentir así de feliz.

Quizá nos veamos un par de veces y ya, quizá me engañes, quizá me hagas daño o cualquier otro mal, pero eso ¿quién lo sabe?, tan solo son quizás negativos, también pueden ser positivos y que todo salga como en las pelis de Disney.

Nadie sabe el futuro y menos nuestro propio destino. 

Siempre he dicho que la vida hay que dejarla fluir, disfrutar del momento en compañía del instante, hacer lo que te apetece sin pensar en las consecuencias. La vida es como un juego, una continua apuesta en la que se puede ganar o perder. Cuando pienso en apostar otra vez me da pereza porque siempre pierdo, pero ¿y si esta vez gano? eso nadie lo sabe. La vida es una continua lucha en la que puedes ser derrotado o ganar la batalla, quizá sea el momento de ganar o quizá no.

Tantos quizás, tantas preguntas...pero me da igual no saber la respuesta, ya la descubriré, solo sé que ahora estoy feliz, que he salido de esa habitación oscura, y que ha sido al conocerte.